Así de alegres por la Fe en Jesús, el Hijo de Dios, los peregrinos de Aguacatán encaminaron sus pasos hacia la Iglesia de Chiantla. Habían abuelitos y abuelitas con sus bastones, con sus calambres pero contentos porque iban al encuentro con Dios el Señor. También habían muchos niños y niñas que cantaban y sonreían en toda la peregrinación. Por supuesto que los jóvenes y las señoritas también estaban presentes y varios de ellos estaban colaborando para que toda la actividad saliera de la mejor manera.
Iban algunos ciegos guiados por alguien de su familia y lisiados llevados en sillas de ruedas por sus familiares.
GRACIAS OH DIOS POR REGALARNOS FE EN TI. BENDICE SIEMPRE A TU PUEBLO SANTO....
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